He aquí una de las novelas más populares de la prolífica producción literaria del «maestro del terror» Stephen King. Estos días, a raíz del remake cinematográfico de It, el cual parece estar arrasando en la gran pantalla, se me ha ocurrido recuperar esta otra historia.
El argumento de Christine (1983) está fundamentado en la vieja idea de la «máquina malvada», sólo que en esta ocasión no se trata de un terrible robot o de un pérfido ordenador super-inteligente, sino de un coche. En concreto, un Plymouth Fury de 1958.
Tampoco lo del coche asesino es una creación original del autor. Existe una película de 1977 llamada The Car que probablemente le sirviera de inspiración, si bien es justo decir que, por muchas ideas que tomara prestadas Stephen King, su forma de contar historias es única. Y su estilo inimitable (aunque muchos lo han intentado).
El coche asesino
El punto de partida del argumento es un adolescente llamado Arnie, nada popular y marginado por sus compañeros -hay que ver cómo abusa Stephen King de este tipo de personajes, el mismo perfil que aparece en Carrie (1974) y otras de sus novelas-, un estudiante brillante de grandes gafotas y el rostro castigado por el acné.
La vida de Arnie, invisible para las chicas y blanco de las burlas de los chicos, cambia cuando adquiere un viejo coche rojo: Christine, como lo llama el vendedor. Volcado en restaurar su automóvil y hacerlo funcionar, el chico comprueba cómo el acné desaparece de forma inexplicable. Poco a poco, Arnie se vuelve más atractivo y más seguro de sí mismo. ¡Todo gracias a Christine! Sin embargo, este coche por el que llega a desarrollar una extraña obsesión no tarda en mostrar su cara más oscura y terrible… La de un asesino sin compasión.
¿De verdad da esta historia para una novela de 600 páginas? Confieso que cuando tuve el tocho en mis manos estuve a punto de echarme atrás, pero aquello fue poco después de haber leído La zona muerta (1979), que tanto me había gustado, así que me animé y me lo leí enterito en un par de semanas. Sí, es cierto que los capítulos son breves y fáciles de leer, pero aún así sigo pensando que le sobran muchas páginas.
La película, dirigida por John Carpenter, se estrenó el mismo año y tuvo casi o tanto más éxito que el libro. Es duro decir esto, pero opino que cualquiera que no sea un gran fan de Stephen King puede quedarse tranquilamente con la versión cinematográfica. El guión puede considerarse un buen resumen de lo que se cuenta en la novela y, aunque en el libro hay muchos más detalles que enriquecen la historia, no se echa de menos casi nada.
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La película mejor q el libro? debe ser una broma no?
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